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Sukot 5784

Jag Sameaj y Shabat Shalom!


Los dirigentes comunitarios o rabinos, normalmente tratan los temas inherentes a esta hermosa festividad: La Suca, los Arvaat Haminim, los Ushpizin, las Hoshanot, pero es muy raro que se trate el tema de las lecturas de la Tora y de la Haftara para estos días. Recordemos, no se trata de las lecturas de Shabat acorde al orden tradicional de Parashot de cada semana, sino de lecturas que los sabios determinaron, que esos textos debieran ser los más significativos para leer durante la semana de Sucot y sobre todo para el 1er día de Sucot, que son por cierto, distintas, si el primer día ocurre entre semana o en Shabat. Ya no decir de las lecturas de la Haftara, que también son especiales en estos casos. Esta noche me gustaría comentar precisamente sobre la lectura de la Haftara que leeremos el día de mañana en el servicio de Shajarit.

Después de que leeremos de la Tora, siete aliyot del libro de Levítico Cap. 22:26 al 23:44 sobre las festividades, se hará la lectura del libro de Zacarías. Menos conocido que la trilogía de los grandes: Isaías, Jeremías y Ezequiel, el profeta Zacarías es menos conocido tanto en sus textos, como en su influencia en el pueblo judío, quizás porque su profecía fue de las mas tardías en la historia del pueblo de Israel. El nombre de Zacarías en hebreo es Zjariá ben Berejiá ben Ido, profetizó en los días de Shivat Tzion, (el retorno a Sion) y lucho para alentar a los exiliados a regresar a Israel y construir el 2do Templo. De hecho en su libro, Ezra lo menciona en el Cap. 5 diciendo: “1 Profetizaron Jagai y Zjariá ben Ido, ambos profetas, a los judíos que estaban en Yehuda y en Yerushalaim en el nombre del Dios de Israel quien estaba sobre ellos”.

El corto libro de Zjariá, es el penúltimo de los Trei Asar, se compone de dos partes que son de carácter tan distinto, que la mayoría de los estudiosos las consideran obra de dos personas en diferentes períodos. Su libro lleva una temática mística de extrañas visiones y al final trata sobre “Ajarit Hayamim - los últimos días”. Sabemos que Zjariá tenía autoridad no solo como profeta sino como líder legal y espiritual. En el Cap. 7 leemos por ejemplo, que al tener ya el 2do templo terminado, el pueblo preguntó acerca de si continuar con el ayuno del 9 de Av, algo que por cierto, tenía mucho sentido preguntar. Zjariá contestó enfáticamente: “5 Cuando ayunaron y lloraron en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años, ¿ayunaron por mí?” (o por un edificio…). Zjariá casi nunca aparece solo, en la mayoría de las citas de otros libros se habla de: Hageo, Zacarías y Malaquías juntos, como los últimos de los profetas y los que tuvieron mayor autoridad profética. Acorde al Talmud Babel tratado Sotá 48b sabemos que: “Enseñaron los Rabinos: A partir de la muerte de Hageo, Zacarías y Malaquías el Ruaj Hakodesh - Espíritu Santo, partió de Israel y solo quedaron las Bat Kol” esas famosas “voces del cielo”, que menciona en diferentes ocasiones el Talmud. Rambam indica que ellos fueron los primeros en crear la Kneset Hagedola – Gran Asamblea de 120 sabios.





La lectura de la Haftará que leeremos mañana es precisamente del final del libro, todo el Cap. 14 del 1 al 21. Su carácter profético y trágico sobre la Tierra de Israel contrasta fuertemente con la profecía de ayuda del Eterno contras las naciones que opriman la casa de Israel. Y del versículo 9, se toman las hermosas palabras del final de nuestra plegaria de Alenu Leshabeaj: “9 Y Adonai será rey sobre toda la tierra. En aquel día Adonai será uno, y uno su nombre será”. וְהָיָה ה' לְמֶלֶךְ עַל כָּל הָאָרֶץ בַּיּוֹם הַהוּא יִהְיֶה ה' אֶחָד וּשְׁמוֹ אֶחָד Veneemar: Vehaya adonai lemelej al kol haaretz, bayom hahu ihiye adonai Ejad ushemo Ejad. Canción por cierto que se ha tomado como clave para saber cuando cerrar el arca…


Sin embargo no es este el texto profético en la lectura de la Haftará, que está relacionado con nuestra fiesta. La fiesta de Sucot está mencionada tres veces en los siguientes versículos: “16 Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Yerushalaim, subirán de año en año para adorar al Rey, a Adonai de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de Sucot. 17 Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Yerushalaim para adorar al Rey, Adonai de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. 18 Y si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; vendrá la plaga con que Adonai herirá las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de Sucot. 19 Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que no subieren para celebrar la fiesta de Sucot”.


¿Quienes son esas “familias de la Tierra” o “de las naciones” o “la familia de Egipto”? ¿Acaso la población gentil va a cumplir con Sucot al final de los días? ¿Y porque justo Sucot, porque no Pesaj, Shavuot, Shabat o cualquier otra fiesta? Sucot es de hecho la única festividad que tiene una visión universal. En Pésaj y Shavuot recordamos acontecimientos que son propios de nuestro pueblo: La liberación como pueblo y nacimiento como nación con una ley. Shabat es un pacto unicamente con el pueblo de Israel. Las grandes fiestas de Yom HaDin y Yom Hakipurim, son festividades específicas de juicio y perdón por el incumplimiento o falla en las prohibiciones de la Tora, que fue dada solo al pueblo de Israel.

Si bien es cierto que recordamos en Sucot el deambular del pueblo de Israel 40 años en el desierto, la Suca tiene características que la hacen universal: No se tiene un techo herméticamente cerrado, pues el Sjaj debe permitir ver las estrellas, algo que simboliza apertura. También debe estar abierta la Suca a tener invitados: Ushpizin de nuestra y otras naciones, no es nuestro hogar fijo lo que nos recuerda que esta vida tampoco es “fija” sino somos temporales antes de llegar a una vida eterna. Tampoco es nuestro lugar de rezos (Templo o sinagoga) de siempre, pues podemos de hecho hacer oración en la naturaleza. Se trata de un lugar que puede ser compartido con las naciones.


Este tema fue discutido también por el rabino Hai Gaon de los últimos Geonim de Babel (Siglo X) y su respuesta fue muy distinta y simple: “He oído de los sabios que la resurrección de los muertos será en Nisan y la guerra de Gog y Magog será en el mes de Tishrei. Por eso leemos en Nisan la Haftara de ‘los huesos secos’ (Ezequiel 37), y en Tishrei la Haftara de ‘Gog y Magog’ (Ezequiel 38)”. Esto conecta a las palabras de Zjariá en nuestra Haftara de mañana. El concepto según el cual la guerra entre Gog y Magog se librará en el mes de Tishrei, se desarrolló en la Edad Media y luego se convirtió en una afirmación más detallada, que sostiene que la guerra en realidad, se llevará a cabo en la festividad de Sucot, durará siete días y su culminación será el día Hoshana Raba. ¿Y cómo es que los sabios supieron justo de las fechas de estos acontecimientos en los meses de Nisán y Tishrei (Equinoccios de Primavera y Otoño)? Eso ya es material del estudio de mañana por la mañana. No se lo pierdan!


Moadim Lesimja! Y Shabat Shalom!

29 de Septiembre, 2023

Rabino David Laor

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