Shabat Shalom!
En dos lugares en la Tora, la mitzva del cumplimiento de Shabat está conectada al trabajo del Mishkán. La semana pasada leímos en Éxodo 31, de la porción Ki Tisa las famosas palabras de Veshamru que cantamos hace unos momentos en el servicio religioso. La segunda ocasión es en la lectura de esta semana Parashat Vayakhel que abre con Shabat en Éxodo 35: “1 Y Moshe convocó a toda la congregación de los hijos de Israel y les dijo: Estas son las cosas que Adonai ha mandado que sean hechas: 2 Seis días harás tu obra, y el día séptimo les será sagrado, Shabat Shabaton para Adonai, cualquiera que en él hiciere labor morirá”. La parashá continúa describiendo paso a paso la construcción del Mishkán, misma que también continuará en la siguiente lectura Parashat Pekudei que también se lee en esta semana y con la cual se concluirá el libro de Éxodo. Los comentaristas se preguntaron sobre la conexión que existe entre estos dos temas, el Shabat y el Mishkán. Rashi por ejemplo dice sobre el versículo dos: “Les dio una advertencia de que Shabat es prioritario al mandamiento del trabajo del Mishkan, o sea no pospone el Shabat”. También en el libro de Levítico 19:30, dice: “Mis Shabat guardarán y mi templo venerarán, Yo soy Adonai” por lo que el Midrash halájico Sifra, indica que el día de Shabat precede a la construcción y temor al templo, ya que se menciona antes que el templo. En otras palabras, la porción de esta semana nos indica que es más importante la mitzvá de cumplir con Shabat que todo el honor de la construcción y mantenimiento del Mishkan. El poeta Rabi Shlomo Suliman Al-Sinjari, del siglo IX en Israel, escribió un poema que muestra un paralelo entre el pueblo de Israel y los ángeles, quienes cantan juntos y glorifican al Shabat. Desde arriba – "aquellos" ángeles, cantan un canto de alabanza por el día de Shabat y acá abajo – "estos", el pueblo de Israel, consagran alabanzas a Dios y así, juntos glorifican a Dios y bendicen su nombre. Pero ¿es esta la realidad en nuestras vidas? Pareciera que no hay tema más delicado y controvertido en el pueblo judío, que el tema de Shabat. Hablar de “como” celebrar un Shabat, ha creado fuertes discusiones entre diferentes grupos, desde los ortodoxos hasta lo mas liberales. En Israel por ejemplo, se habla sobre la naturaleza del Shabat en el Estado de Israel. Acaso ¿es realmente necesario estar en un Templo o sinagoga para celebrar un Shabat? Y si la porción de esta semana nos dice que Shabat precede al Tabernáculo o al Templo, ¿que significa eso en nuestros días? ¿Estar en casa descansando, o ver una puesta de sol el viernes en la noche, o salir a la playa el sábado en la mañana, es tan válido para aquellos que entienden su Oneg o placer de Shabat, como lo sería válido para quienes participan activamente en un rezo en la sinagoga? Paradójicamente, Shabat pasó de ser un día de paz y tranquilidad para todos, a un día en torno al cual han surgido tensiones y conflictos no tan solo en la nación de Israel, sino en cada comunidad, inclusive en la nuestra! El Shabat se convirtió en un símbolo del derecho del individuo y la comunidad a vivir sus vidas de acuerdo con sus creencias personales, ya sea guardando el Shabat acorde a su propia interpretación Halajica (de la ley), o eligiendo disfrutarlo en una forma personal y especial. Cada forma del Judaísmo pareciera haberse “apropiado” del Shabat y definir acorde a sus creencias lo que significa, inclusive mostrando cierta intolerancia hacia otras corrientes o grupos. Yo creo en la libertad de opiniones, y por ello se nos permite discutir sobre la naturaleza del Shabat para cada individuo o grupo. Creo que es importante que haya espacio en nuestra comunidad, para aceptar variadas formas de comprender el Shabat y encontrarle significado. Es importante que en ese canto que describe el poema existan muchas voces, que nos conecten con “aquellos” ángeles y que cada voz aunque sea distinta, sea escuchada. Shabat es el día libre y espiritual para todos nosotros y esa absoluta libertad acerca de lo cada uno siente y cree que es Shabat, es algo invaluable y no podemos ignorarnos unos a otros y dejar de escuchar todas las opiniones y voces, porque eso nos deja sin un marco, sin unicidad, sin identidad, sin comunidad. Cuando la Parasha nos dice al inicio: “Y Moshe Vayakhel convocó a toda la congregación (a toda la Kehila) de los hijos de Israel y les dijo: ...y el día séptimo les será sagrado, Shabat Shabaton para Adonai, cualquiera que en él hiciere labor morirá”, no creo que hable de muerte física. ¿Cómo se supone que moriría una persona por ello? ¿Habría una fuerza policial que lo verificara? ¿Habría un verdugo que matara a la gente que hiciera labor en Shabat? O sería algo místico: ¿Un rayo le caería encima? ¿tendría una terrible enfermedad, o un ataque fulminante al corazón?… o ¿quizás se trate de una muerte espiritual? Cualquiera que en Shabat deje de “participar en Shabat” de experimentar el Shabat, de la forma en que guste, crea o sienta, pero Vayakhel en comunidad, como una Kehila de individuos que aun si no compartan ideas similares sobre lo que es Shabat, lo viven, lo comparten como una congregación, de otra manera la Kehila eventualmente y Dios no lo permita, puede llegar a Din Mavet – y morir… Si unos piensan que Shabat debiera de ser de una manera, y otros opinan que debiera de ser de otra forma, ¡Viva la diferencia! ¡Viva la pluralidad de opiniones!Pero no dejemos de ignorar el Shabat, su singularidad, su santidad, las ideas que representa, ignorarlo es como perderse, desarraigarse de la identidad judía. Una nación o una comunidad que olvide su singularidad, su identidad, sus fiestas y sus símbolos, tiende a perecer y desintegrarse. La cercanía del Shabat con el trabajo del Mishkán, hoy la sinagoga o la Kehila, es un trabajo conjunto de toda la comunidad, y aun cuando nos dice la Parasha, que el Templo no es lo más predominante, recordemos que el énfasis esta en el Shabat en comunidad, en la unión, en familia. Tratemos de enfatizar lo placentero que es estar en Shabat, ya sea a través de un servicio religioso presencial en la sinagoga o cómodamente desde casa por Zoom, o en una hermosa puesta de sol, o en una hermosa cena en casa, sea cual fuere su opinión, no perdamos la esencia y enfoquemos nuestros esfuerzos en el Shabat mismo, y no en las diferencias de opinión que surgen en torno a su práctica. Elevo una oración para que la familia que es esta comunidad de Bnei Israel, celebre Shabat con un canto del alma para poder sentir la cercanía de aquellos ángeles, como dice el poema del Rabbi Shelomo Suliman Al-Sinjari. Recordemos que Shabat, como el Mishkán, es una labor de mente y alma compartida por todos nosotros y quienes nos rodean, a pesar de que piensen distinto a nosotros. Shabat es una creación que nos conecta con Olamot Haelionim - los mundos de arriba. Es una labor de pensamiento y sentimiento, pues su belleza y singularidad radica en la contribución única de todos y cada uno de nosotros para poder gozar de su profundo significado.
Shabat Shalom! 17 de Marzo, 2023 Rabino David Laor
Shabbat Shalom!
In two places in the Torah, the mitzvah of Shabbat observance is connected to the work of the Mishkan. Last week we read in Exodus 31, from the Ki-Tisa portion the famous words of Veshamru that we chanted a few moments ago in the religious service. The second occasion is in this week's reading from Parasha Vayakhel which opens with Shabbat in Exodus 35: “1 Moses then convoked the whole Israelite community and said to them: These are the things that Adonai has commanded you to do: 2 On six days work may be done, but on the seventh day you shall have a sabbath of complete rest, holy to Adonai; whoever does any work on it shall be put to death”. The parashah continues to describe the construction of the Mishkan step by step, which will also continue in the next reading Parasha Pekudei that is also read this week and with which the book of Exodus will conclude.
Commentators wondered about the connection between these two themes, the Shabbat and the Mishkan. Rashi, for example, says about verse two: "He gave them a warning that Shabbat takes precedence over the commandment of the work of the Mishkan, that is, it does not postpone Shabbat". Also in the book of Leviticus 19:30, it says: "Thou shall keep My sabbaths and venerate My sanctuary: I am Adonai" so the Halachic Midrash Sifra indicates that the Shabbat day precedes the construction and fear of the temple, since it is mentioned before the temple. In other words, this week's portion tells us that the mitzvah of keeping Shabbat is more important than all the honor of building and maintaining the Mishkan. The poet Rabbi Shlomo Suliman Al-Sinjari, from the 9th century in Israel, wrote a poem that shows a parallel between the people of Israel and the angels, who sing together and glorify Shabbat. From above – "those" angels sing a song of praise for the Shabbat day and below – "these", the people of Israel, consecrate praises to God and thus, together they glorify God and bless his name. But is this the reality in our lives?
It seems that there is no more sensitive and controversial issue in the Jewish people, than the issue of Shabbat. Discussing about "how" to celebrate the Shabbat has created strong discussions between different groups, from the orthodox to the most liberal. In Israel, for example, there is a discussion regarding the nature of Shabbat in the State of Israel. Is it really necessary to be in a Temple or synagogue to celebrate the Shabbat? And if this week's portion tells us that Shabbat precedes the Tabernacle or the Temple, what does that mean today? Is being at home resting, or watching a sunset on Friday night, or going out to the beach on Saturday morning, as valid for those who understand their Oneg or Shabbat pleasure, as it would be for those who participate actively during a synagogue prayer?
Paradoxically, Shabbat went from being a day of peace and tranquility for all, to a day around which tensions and conflicts have arisen not only in the nation of Israel, but in every community, including ours! Shabbat became a symbol of the right of the individual and the community to live their lives in accordance with their personal beliefs, either by keeping Shabbat according to their own Halachic interpretation (of the law), or by choosing to enjoy it in a personal and special manner. Each Jewish denomination seems to have "appropriated" the Shabbat and define what it means according to its beliefs, even showing some intolerance towards other denominations or groups.
I believe in freedom of opinion, and therefore we are allowed to discuss the nature of Shabbat for each individual or group. I think it is important that there is space in our community to accept various ways of understanding Shabbat and finding meaning in it. It is important that in the song that the poem describes, there should be many voices, that connects us with "those" angels, and that each voice, even if it is different, should be heard. Shabbat is the free and spiritual day for all of us and that absolute freedom about how everyone feels and believes what Shabbat is, is something invaluable and we cannot ignore each other and stop listening to all opinions and voices, because that leaves us without a framework, without uniqueness, without identity, without a community.
When the Parasha tells us at the beginning: "And Moshe Vayakhel summoned the entire congregation (all the Kehila) of the children of Israel and said to them: ...on the seventh day you shall have a sabbath of complete rest, Shabbat Shabbaton to Adonai, whoever does any work on it shall be put to death”, I don't think it's dealing with physical death. How was a person supposed to die from this? Would there be a police force to verify it? Would there be an executioner who would kill people who did labor on Shabbat? Or would it be something mystical: Would lightning strike him/her? Would he/she have a terrible disease, or a sudden heart attack? ... or perhaps it is a spiritual death? Anyone who on Shabbat stopped "participating in Shabbat" from experiencing the Shabbat, however they like, believe, or feel, but Vayakhel in community, as a Kehila of individuals who even if they do not share similar ideas about what Shabbat is, live in it, share it as a congregation, may otherwise as a Kehila eventually, and God forbid, reach Din Mavet – and die…
If some beleive that Shabbat should be performed a certain way, and others think that it should be another, long live the difference! Long live the plurality of opinions! But let's not stop ignoring Shabbat, its singularity, its sanctity, the ideas it represents, ignoring it is like getting lost, uprooting from Jewish identity. A nation or a community that forgets its singularity, its identity, its festivals and its symbols, tends to perish and disintegrate. The closeness of the Shabbat with the work of the Mishkan, today the synagogue or the Kehila, is a joint work of the entire community, and even when the Parasha tells us that the Temple is not the most predominant, let us remember that the emphasis is on Shabbat in community, in union, in family. Let's try to emphasize how pleasant it is to be on Shabbat, whether it's through an in-person religious service at the synagogue or comfortably from home on Zoom, or during a beautiful sunset, or enjoying dinner at home, whatever your opinion is, let us not lose the essence and focus our efforts on the Shabbat itself, and not on the differences of opinion that arise around its practice.
I raise a prayer so that the family that is this community of Bnei Israel, may celebrate Shabbat with a song from the soul, to be able to feel the closeness of those angels, as the poem of Rabbi Shelomo Suliman Al-Sinjari says. Let us remember that Shabbat, like the Mishkan, is a labor of mind and soul shared by all of us and those around us, even though they think differently from us. Shabbat is a creation that connects us to Olamot Haelionim - the worlds above. It is a labor of thought and feeling, since its beauty and uniqueness lies in the unique contribution of each and every one of us, to enjoy its profound meaning.
Shabbat Shalom!
March 17th, 2023
Rabbi David Laor
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